Sunday Truce es el primero de los álbumes de Franco Carter que no es producido por él mismo. Esta vez le confía la batuta a Esse Delgado, DJ y productor de Las Ninyas del Corro, que desde el órgano de la iglesia responde con ritmos tan luminosos como los versos. La atmósfera sonora de Sunday Truce es la del cielo azul. Sus samples vocales y loops despejados refuerzan el ambiente tranquilo del disco. Las cuerdas de “IVIMA”, la inmensidad de “Anzuelo”, los vientos de “Out on love”: rap gospel. El flow dialogado de Carter hace que sus palabras calen más hondo, que se sientan más cercanas. Y cuando en el coro de “Cree” canta que confíes en él si alguna vez te ayudó, nuestro espíritu exclama aleluya.
El universo de Franco Carter es de jugadores que si vieron las grandes ligas fue desde lejos (“Leg Day”), de personas sin recursos pero con fe (“Tu amor es rey”). Por eso Sunday Truce es optimista, mas no ingenuo. “Cambiar de plan es para gente con pasta”, explica Carter en “Cree”, con la conciencia de clase usual en su obra. ¿Hay o no hay posibilidad de tomar un nuevo rumbo? Sí, pero es jodido. En este sermón no hay dogmas, y el que lo da tiene sus propias dudas existenciales. Aún así, o por eso mismo, la conclusión es inequívoca: “Así no se puede seguir, hay que pensar en algo, aunque sepamos que no queremos más cambios”, explica en “EMI'22”. Abundan las referencias y códigos encriptados que caracterizan la música de Carter, pero Sunday Truce es su álbum más transparente.